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La Psicóloga y Sexóloga Pilar Sampedro está especializada en el abordaje de las dificultades sexuales. Muchos años de experiencia nos hacen afirmar que este tipo de situaciones son muy habituales, las pueden padecer hombres y mujeres y preocupan y angustian a la persona que las sufre. Acudir a consulta ayuda a nombrar y situar el problema de las disfunciones sexuales, no sólo en el sujeto que las vive con angustia, sino en la relación sexual con otra persona.

Algunas preguntas frecuentes sobre la terapia sexual:

¿Cuáles son las diferencias sexuales más comunes que tratamos en el Centro?

En los hombres: disfunción eréctil y eyaculación precoz. Algunos hombres también manifiestan bajo deseo sexual o problemas con su excitación sexual, así como ausencia de orgasmos o una eyaculación retardada o que no aparece.

En las mujeres: problemas para conseguir un orgasmo, dolor genital y/ o imposibilidad de penetración en las relaciones de coitales. Ausencia de deseo sexual, problemas con la excitación o aversión a todo lo que tenga que ver con la sexualidad.

¿Es esto normal? ¿Le pasa a más gente?

Las dificultades y los problemas sexuales son mucho más frecuentes de lo que pensamos y prácticamente cualquier hombre o mujer puede presentar y sentir que tiene problemas en su sexualidad a lo largo de su vida y en sus relaciones de pareja estables o eventuales.

Abordarlo garantiza que los problemas no se cronifican y que sea más fácil abordar estas dificultades cuando se puede hablar de ellas.

En este terreno de las relaciones sexuales la normalidad no existe. Cada persona y cada relación es diferente y las experiencias sexuales son percibidas de manera distinta por cada persona.

Se le da cada vez más importancia a tener deseo sexual, conductas sexuales, orgasmos y erecciones y, si no se funciona de una manera adecuada según el modelo, el ideal, podemos sentirnos distintos a los demás, inferiores, defectuosos o frustrados.

¿Cuáles son las causas de los problemas sexuales?

En el 90% de los casos hablamos de un problema que no es médico, es decir, no depende de un deficitario funcionamiento genital u hormonal, gonadal o neurológico, sino que depende de otros factores psicológicos.

Cuando hablamos de causas psicológicas hacemos referencia a que en la sexualidad pasa algo parecido a lo que pasa en otras funciones como el hambre o el sueño, no se pueden controlar a voluntad.

El deseo, la erección, la eyaculación o los orgasmos no se pueden someter a la voluntad de quien quiere tenerlos. Aunque parezca paradójico, el sujeto quiere pero se encuentra con que no puede.

Resulta difícil de aceptar si nos exigimos un cierto desempeño sexual y nos sentimos mal si lo que se supone que tiene que suceder, no sucede. Entonces aparece la necesidad de control, el intentarlo de nuevo y la ansiedad por no conseguirlo, o la evitación de las relaciones sexuales y la apatía o pereza a la hora de mantener relaciones sexuales que nos hacen sentirnos mal. Hay que explorar la causa del problema y eso sólo es posible si la persona se permite hablar de lo que le pasa con un especialista que puede escuchar, no juzgar y entender lo que sucede, además de acoger esa angustia y ayudar a la persona a tramitar el problema.

¿Es necesario tener pareja para tratar un problema sexual?

No es necesario ni tener pareja, ni tratar el problema sexual en pareja. Si tu situación es que no tienes pareja esto no es un inconveniente; tampoco es necesario que tu pareja acuda a consulta.

Si tengo pareja, ¿es necesario que acuda a la consulta?

Lo dejamos a tu criterio. Es preferible que hablemos primero a nivel individual sin que tu pareja esté presente y te orientamos en esas primeras consultas preliminares sobre la mejor forma de abordarlo.

¿Cómo se interviene?

Este tipo de dificultades causan angustia y frustración. Es necesario escuchar en las primeras consultas la situación concreta de cada persona: cómo aparece la dificultad, en qué situaciones, qué efectos tiene en la persona y en la relación, cómo se solventan, qué tipo de malestar emocional o mental producen…

La terapia te ofrece un lugar en el que poder hablar de ese tema sin juicios, analizar las posibles variables que han influido en la situación actual y una dirección que te permita calmar aquello que está presente para ti en ese encuentro sexual con otra persona.


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